«Doctor quiero una resonancia magnética para saber lo que tengo». Esta situación es cada vez más habitual en las consultas de Traumatología y Rehabilitación, ¿qué debemos hacer los médicos al respecto? te daré mi opinión basada en la evidencia científica.
Los resultados de una resonancia magnética pueden ser perjudiciales para tu salud, a continuación entenderás por qué.
Desde mi punto de vista, la opción más rápida y cómoda para el médico es ser complaciente y solicitar pruebas de imagen. Varias semanas después tendría lugar la segunda consulta para valorar los resultados. Este escenario tiene lugar en las consultas médicas a diario y las consecuencias de esta medicina basada en la imagen las sufre el paciente.
La mayoría de las lesiones musculares, tendinosas o articulares pueden resolverse con tratamiento conservador si se abordan desde el inicio, sin necesidad de tener que solicitar pruebas complementarias.
Sin embargo, muchos médicos solicitan una resonancia magnética de entrada, a petición del paciente o por decisión propia, en sustitución de realizar una minuciosa exploración, retrasando así el inicio del tratamiento.
¿Puede esto ser perjudicial para tu salud?
Rotundamente sí en la mayoría de los casos. He visto a muchas personas reducir o eliminar sus actividades debido a algo «anómalo» que vieron en un informe de resonancia magnética. Además, en ocasiones, sobre todo si no se ha realizado una exploración previa, se retrasa el inicio del tratamiento a la espera de los resultados de la prueba de imagen.
El radiólogo puede describir anomalías que son consideradas hallazgos normales o «propios de la edad», pero la mayoría de los pacientes deciden reducir su actividad física si leen en el informe que existe alguna «patología».
¿Qué consecuencias puede tener la limitación auto impuesta de la calidad de vida en base a los resultados de un informe radiológico?
Este estudio muestra los resultados de la resonancia magnética de personas activas sin dolor articular.
- El 87% de las personas sin dolor de espalda tenían protusiones en el disco.
- El 72% tenía un desgarro del labrum (desgarro SLAP) en el hombro
- Casi el 50% tenía hallazgos en el menisco de la rodilla.
- El 69% tenía un desgarro del labrum en la cadera.
Somos una sociedad sobrediagnosticada porque se realizan demasiadas resonancias magnéticas cada año.
¿Cuántos de vosotros habéis insistido en una resonancia magnética y cuando fuisteis a revisar los resultados con el médico, el dolor ya estaba empezando a mejorar? A pesar de sentirte mejor, ¿decidiste leer los resultados antes de la revisión médica y redujiste la actividad física por precaución?
En resumen, para diagnosticar la mayoría de las lesiones musculares o articulares no es necesario solicitar pruebas de imagen. Se debe realizar una anamnesis y exploración específica minuciosa, dedicando el tiempo necesario para poder llegar a un diagnóstico clínico e iniciar un plan terapéutico cuanto antes.
Ejemplos prácticos:
Caso clínico 1
Javier es un hombre de 45 años, profesor y padre de 2 niños. Juega al pádel y acude al gimnasio con regularidad, pero un día tiene que acudir al médico tras sufrir una lesión.
–Doctor, me duele el hombro derecho, no me deja dormir, sobre todo cuando me apoyo sobre él, además he tenido que dejar de jugar al pádel y de montar en bicicleta con mis hijos.
-No se preocupe, le voy a solicitar una resonancia magnética y salimos de dudas.
El paciente vuelve a la consulta semanas después con los resultados de la resonancia que arroja las siguientes conclusiones: tendinitis del supraespinoso con signos de rotura parcial degenerativa y bursitis subacromial.
–Doctor, el dolor ha ido empeorando progresivamente, además he ido perdiendo movilidad del hombro. Después de leer el informe de la resonancia magnética he estado prácticamente en reposo por precaución hasta que usted me viera de nuevo.
–Voy a enviarle a rehabilitación y si no mejora con fisioterapia tendremos que operarle.
Tras 40 días desde que comenzaron los síntomas, el paciente comenzó a realizar fisioterapia. La evolución fue más lenta de lo esperado por el doctor y finalmente fue intervenido. El tiempo total que transcurrió hasta que se recuperó de forma parcial fue de 6 meses.
Caso clínico 2
Imaginemos que a Javier le atiende este otro doctor.
–Doctor, me duele el hombro, no me deja dormir, sobre todo cuando me apoyo sobre él, además he tenido que dejar de jugar al pádel y de montar en bicicleta con mis hijos.
–¿Desde cuando le duele?
–Desde hace una semana
-¿A qué lo atribuye?
–Tuve la sensación de un tirón muscular en el hombro derecho al realizar una jugada de pádel la semana pasada. Participé en un torneo de varios partidos y cuando estaba a punto de finalizar me dio una especie de pinchazo. Me duele al elevar el brazo por encima de la cabeza y al acostarme sobre él.
-¿Ha tomado alguna medicación?
–Sí, antiinflamatorios durante 3 días. El dolor disminuye con las pastillas, pero no me gustaría tener que seguir tomándolas.
-Pase a la camilla que le voy a explorar por favor.
Tras la anamnesis (entrevista con el paciente) y la exploración, el médico concluye que puede tratarse de una tendinitis del supraespinoso de su hombro derecho.
-Le voy a prescribir varias sesiones de fisioterapia con objeto de comenzar a aplicar medidas físicas antiinflamatorias y miorrelajantes. Posteriormente tendrá que aprender a realizar este programa de ejercicios que le voy a explicar a continuación…
¿Con qué doctor crees que le irá mejor a Javier?
Transcurridas 3 semanas de tratamiento de fisioterapia y después de realizar el programa de ejercicios específicos, Javier vuelve a la consulta asintomático y muy agradecido.
La resonancia magnética no es curativa, cuando recurrimos a ella estamos retrasando el tratamiento y la curación en la mayoría de los casos.
Las pruebas de imagen deben solicitarse cuando pensamos que va a cambiar nuestra actuación o que la solución puede ser quirúrgica.
Sabemos que muchos cambios observados en una resonancia magnética se consideran «propios de la edad», entonces, ¿cómo sabremos si el dolor procede de la «anomalía» que el radiólogo ha descrito en el informe?
Imagínate este escenario. Tu hombro tiene un desgarro del labrum. Simplemente no lo sabes. Más del 70% de los adultos tendrán un desgarro del labrum en la resonancia magnética, incluso sin haber sufrido nunca dolor de hombro. Entonces, tienes un desgarro del labrum, estás jugando al tenis, juegas con tus hijos y haces ejercicio en el gimnasio con regularidad. Dos años después te despiertas con un dolor en el hombro. Te hacen una resonancia magnética y encuentran ese desgarro del labrum. ¿Esa rotura, que ha estado allí durante años o décadas, es la causa de tu dolor? Probablemente no. Pero tu mente asumirá que lo es. ¿Afectará eso tu decisión de ir al gimnasio o de jugar al tenis? Probablemente sí.
Se han realizado estudios con pacientes que presentan dolor en el hombro y se presume que es por una rotura en el manguito rotador. Resulta que, si se realiza una resonancia magnética en el otro hombro, que no es doloroso, a menudo encontraremos una rotura del mismo tamaño. ¿Por qué decimos que una rotura duele, pero la otra no?, de nuevo, ¿es la rotura la causa del dolor?. No será la resonancia la que responda a estas preguntas, sino la pericia del médico tras la realización de la entrevista clínica y exploración.
Insistir en una resonancia magnética de una articulación que acaba de empezar a molestarte no siempre es la mejor opción.
Se torna necesaria si puede afectar a nuestro plan de tratamiento. De lo contrario, no hay prisa por meterse dentro de un imán. Los médicos sabemos qué hallazgos debemos buscar en la exploración para determinar si es necesaria una resonancia magnética.
Dr. Pineda. Especialista en Rehabilitación y Medicina Física.